Los pueblos que reciben las primeras legiones en el interior de la Península conforman un conglomerado cultural de elementos comunes basados en las tradiciones celtas de sus antepasados centroeuropeos y las influencias mediterráneas por su relación con los pueblos íberos Los testimonios de sus viviendas y ajuares domésticos, medios de vida, útiles de trabajo y herramientas, y su mundo espiritual ilustran la identidad de los pueblos que conocieron a los romanos en los que hoy es el territorio de La Rioja. Las piezas proceden de poblados o ciudades como Libia en Herramélluri, el Cerro de San Miguel en Arnedo, o Contrebia Leucade, la inexpugnable ciudad blanca, en Aguilar del Río Alhama.
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